jueves, 25 de junio de 2015

Rajoy dedicará nuevas partidas de gasto a colectivos especialmente afectados por los ajustes



El Gobierno está dispuesto a empezar a demostrar su voluntad de resarcir a los colectivos más afectados por los recortes durante la crisis. En varios ministerios se trabaja ya en propuestas que podrían aplicarse a un paquete de gasto, cuya cuantía aún no se ha concretado, y que se focalizarían sobre sectores bien definidos. El objetivo político es claro: medidas que se noten y permitan al Ejecutivo congraciarse con el mayor número posible de votantes.Hacienda y Administraciones Públicas, Sanidad y Asuntos Sociales y Trabajo, son los departamentos más concentrados en este esfuerzo, que se financiaría dentro del margen que permita la mayor recaudación.
Es en esa estrategia en la que se enmarca ahora la voluntad de negociar con los funcionarios, un grupo de casi tres millones de personas a los que la política de austeridad y ahorro ha golpeado directamente.

El próximo día 16, Hacienda llevará a la mesa de la Función Públicael plan que diseña para este colectivo, y que ayer saltó a la opinión pública sin que el Gobierno pudiera controlarlo.
A primera hora, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes,José Luis Ayllón, aseguró que las informaciones aparecidas en varios medios de comunicación eran una "sorpresa" para el Gobierno y negaba que "en este momento" el Ejecutivo tenga planes específicos para compensar a los funcionarios.
Poco después, el propio ministro de Hacienda matizaba estas palabras que habían sonado a desmentido. Montoro confirmó que la intención es "devolver el esfuerzo a todos y también a los funcionarios", aunque calificó las informaciones de "incorrectas" y "precipitadas".
Fuentes del departamento que dirige Cristóbal Montoro admitieron que el paquete de propuestas existe aunque no está cerrado, y apuntan que, del conjunto de medidas que se están barajando, a expensas todas ellas de las disponibilidades presupuestarias, la primera y "más lógica" es la devolución de la paga extra que se les suprimió en 2012. Tampoco creen que haya dificultad en la recuperación de los llamados moscosos -sólo resta uno por reimplantar- porque tendría escasa repercusión en las cuentas públicas.
Distinta es la idea de proceder a una subida salarial. Ésta es una medida más complicada, no sólo por su impacto económico sino porque además debe conjugarse con el nivel de inflación. Se trata, no obstante, de una posibilidad que podría abordarse, como desean los sindicatos, en una mesa de negociación, pero con la vista puesta en el largo plazo.
Ayer, tras una mañana confusa de informaciones cruzadas por parte del Gobierno, la Dirección General de la Función Pública se puso en contacto con los representantes sindicales -CSIF, CCOO y UGT- para pedirles "tranquilidad y prudencia", al mismo tiempo que se les aseguraba la "voluntad del Gobierno de compensar a los funcionarios públicos", aunque previamente sea necesario "valorar las posibilidades presupuestarias".
"Queremos avanzar en la negociación", fue el mensaje expreso con el que se hacía referencia a las reuniones que se han mantenido tras las elecciones del 24 de mayo para recuperar el diálogo social.

Los sindicatos piden propuestas concretas

Por parte de los sindicatos se pide al Gobierno una negociación seria "con propuestas concretas y con luz y taquígrafos", evitando los «globos sonda» de carácter electoral con los que se pone en evidencia la "falta de coordinación" dentro del Ejecutivo.
El presidente de CSIF, Miguel Borra, exigió al Gobierno "seriedad" en sus planteamientos porque, advirtió, los funcionarios no se merecen otra cosa.
Borra pidió que la voluntad gubernamental y las propuestas que conlleva se plasmen por escrito.
Su sindicato, ahora mayoritario en la Función Pública, pone como ejemplo la reunión que mantendrá hoy el consejo general de Muface, la mutualidad de funcionarios que cubre la asistencia sanitaria, para intentar reconducir los recortes de prestaciones que ha sufrido y buscar fórmulas para garantizar la sostenibilidad de su modelo.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, habló en términos similares a los de Borra. Urgió al Ejecutivo a dejarse de "desmentidos" y de declaraciones, formales o informales, esforzarse en dar respuestas y corregir los "desaguisados" cometidos estos años con los trabajadores de la Función Pública.
La Federación de Servicios Públicos de UGT también denunció que el Gobierno lance un "globo sonda" para ganarse la credibilidad perdida y pidió una "negociación real" con los funcionarios sobre la devolución íntegra de la extra de 2012 y los días perdidos de vacaciones.
El PSOE tampoco perdió la oportunidad de criticar duramente al Gobierno por "convertir en estrategia electoral cada una de sus propuestas". En opinión del portavoz socialista en el Congreso,Antonio Hernando, el Ejecutivo "actúa como pollo sin cabeza", como si estuviera ya "en funciones", diciendo un día una cosa y al siguiente la contraria.
Antonio Hernando pidió al Gobierno que "deje de tomar el pelo y de jugar con los funcionarios y con los trabajadores en general". Y añadió: "No es posible que una estrategia electoral del Gobierno ponga a los pies de los caballos las expectativas de miles de funcionarios".
A Hernando se sumó la secretaria de Administraciones Públicas de la Ejecutiva socialista, Susana Sumelzo, quien recalcó que las contradictorias informaciones generadas por el Gobierno respecto a la devolución de la paga los funcionarios son "una prueba más" del "desprecio y el maltrato con el que el PP trata a los empleados públicos, que están", recordó, "al servicio de toda la ciudadanía y merecen reconocimiento y consideración".
Fuente: El Mundo